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Antes de la Primera Guerra Mundial
casi nadie empezaba su carrera como economista... En general uno se
dedicaba a los estudios económicos por su interés en los problemas
sociales. Ahora, el resultado es que el estudiante empieza sus estudios de
Economía desde muy joven y teniendo unos conocimientos superficiales y
fragmentarios de la sociedad que está estudiando. Quizás pueda
llegar a ser profesor de Economía o, incluso, con el tiempo, un importante
economista y continuar teniendo una base de conocimientos insuficiente. Es
obvio que esto le puede hacer un estrecho de miras y poco crítico. Al
saber tan poco sobre el mundo real..., puede vivir sin preocupaciones en
el mundo modélico que él y sus
colegas han inventado.
Gunnar MYRDAL [1972]:
Contra la corriente. Ensayos críticos sobre economía, págs. 79-80 |